En tiempos difíciles, la solidaridad nos hace grandes
28APR 20
Cada año que comienza es
diferente a los anteriores, nos introducimos en él con nuevos retos,
expectativas e ilusiones que convertir en realidad, a nivel personal y
profesional. Pero cuando comenzamos 2020, ni por lo más remoto hubiéramos
imaginado un año como el que estamos viviendo. Es más, ni lo habríamos creído
si alguien lo hubiera pronosticado.
A finales de enero, las cifras
oficiales en China hablaban de más de 4.500 afectados y más de un centenar de
muertos por coronavirus, y alucinábamos cuando veíamos en el telediario que
estaban levantando un hospital nuevo para hacer frente a la enfermedad. A
mediados de febrero asistíamos con incredulidad a la suspensión del Mobile
World Congress de Barcelona por la negativa a participar de muchas grandes
multinacionales para prevenir posibles contagios.
Le siguieron cancelaciones de
todos los tipos y sectores de actividad. Las empresas, grandes y pequeñas,
empezaban a ponerse nerviosas. Las grandes, por los importantes recursos
echados a perder durante meses y meses de trabajo. Las más pequeñas, muchas
startups entre ellas, por la pérdida de importantes oportunidades que se
desvanecían en el aire.
Pero el verdadero punto de
inflexión tiene lugar el 14 de marzo, con el primer decreto del estado de
alarma. La suspensión de todo tipo de actividades fuera del domicilio salvo las
esenciales obliga a muchas compañías a paralizar su actividad. O, dicho de otro
modo, su actividad económica desaparece al paralizarse el fluir de la sociedad
y el ritmo de vida de las personas. Y si no hay ingresos, ni músculo financiero
suficiente, es prácticamente imposible seguir adelante.
En ComBoca trabajamos con
startups, nos identificamos con ellas, nos alegramos de sus éxitos y nos duelen
sus reveses, y este revés ha sido grande para una gran cantidad de proyectos
que encaraban 2020 llenos de posibilidades, con expectativas prometedoras, pero
que han visto sus sueños truncados. A todos ellos queremos enviarles nuestro
apoyo y nuestra confianza. El buen emprendedor nunca se rinde, y en España hay
grandes emprendedores que cuando pase la tempestad encontrarán el camino para recuperar
la nave, izar las velas y salir de nuevo a navegar.
Mientras tanto, son admirables
las muestras de humanidad y de solidaridad que están demostrando innumerables
empresas, desde las grandes multinacionales hasta las startups más pequeñas, y
en particular, nos sentimos enormemente orgullosos de las iniciativas llevadas
a cabo por muchos de nuestros clientes con el fin de aportar un impacto
positivo a nuestra sociedad en momentos tan difíciles incluso para ellos.
Como AUARA,
empresa social que vende agua mineral para invertir sus dividendos en proyectos
para proveer de acceso a agua potable a países que no disponen de ella, pero
que, al quedarse sin actividad con el cierre de bares, restaurantes, hoteles y
empresas, ha dedicado todos sus recursos a donar cerca de 1 millón de botellas
de agua a personal sanitario y pacientes de
coronavirus de hospitales, residencias de mayores, hoteles medicalizados y
centros asistenciales de todo el territorio nacional.
O Natural Athlete,
especializada en la producción y comercialización de productos de alimentación
saludable basados en ingredientes naturales, que se ha unido a Food4Heroes para
donar, en su caso, 840 barritas energéticas para ayudar a recuperar fuerzas a
estos profesionales en la Comunidad de Madrid.
O como Homyspace, que, dedicándose a proveer a
las empresas de alojamientos temporales para sus empleados desplazados a otras
ciudades, y perdidas sus posibilidades de negocio, abrió su plataforma a
personal sanitario y de emergencia que tuviera que desplazarse para hacer
frente a la pandemia, eliminando los costes de gestión.
Nos sentimos también
orgullosos de Lingokids,
especializada en contenidos digitales en inglés para niños de 2 a 8 años, que
desde el minuto 1 en que se suspendieron las clases puso su aplicación a
disposición de todos los colegios y ONG que la necesitaran como complemento
educativo, llegando a firmar alianzas con RTVE (Educlan), MásMóvil, Huawei o
Cuétara y facilitando el día a día de miles de familias.
Y de Ontruck, plataforma online de
transporte de mercancías por carretera, que está apoyando la iniciativa Coronavirus Makers
(los voluntarios particulares que fabrican mascarillas y sistemas de protección
para personal sanitario con sus impresoras 3D), ofreciendo a través de sus
transportistas colaboradores servicios gratuitos de recogida y entrega de ese
material a los hospitales de Cataluña.
Y de Samaipata,
fondo de inversión en tecnología que ha promovido la creación de la plataforma #StopCorona, que reúne a inversores, startups y compañías del ámbito de las soluciones
tecnológicas, la analítica de datos y de sectores diversos, para poner su
experiencia y su inteligencia colectiva al servicio de los intereses del
sistema sanitario con el fin de frenar al COVID-19.
Y de Watch&Act,
consultora especializada en la transformación de las organizaciones desde las
personas y la tecnología, que ha estado ofreciendo asesoramiento solidario a
empresas en materia de comunicación interna y gestión de equipos ante la nueva
situación provocada por la imposición del teletrabajo.
Todos ellos son grandes luchadores que no se preocupan solo por sacar
adelante sus propios negocios, que se han visto enormemente afectados, como
tantos otros, por la crisis actual, sino que quieren ser parte de la solución
de dicha crisis, aportando lo que mejor saben hacer.
A todos vosotros, gracias por la lección de humanidad y de humildad.
Habéis demostrado que se puede ser muy grandes siendo pequeños.